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oy día 14 de abril del 2013, celebramos el 82 Aniversario de
la proclamación de la II República Española.
Como todos sabemos esa República fue instaurada tras el
resultado de unas elecciones democráticas contra una derecha con un poder
tremendo y una capacidad de compra de votos impresionantes, debido al miedo, la
falta de trabajo y otras situaciones sociales que hacían mucho más difícil un
triunfo de las fuerzas de izquierdas. Además, y para más dificultad añadida
hubo que luchar, como no podía ser de otra manera, contra la influencia atávica
de una Iglesia que tan hondamente había calado entre las capas populares. También de todos es sabido que tras la victoria INAPELABLE del Frente Popular y desde el primer momento, e incluso antes de la victoria, las derechas, con el beneplácito de la Iglesia, se dedicaron a dinamitar la perspectiva de futuro de esa II República y de forma muy resumida, se llega al 18 de julio de 1936, fatídico día en el cual culmina, con un Golpe de Estado y sublevación militar de los generales africanistas. Esto hace que las ilusiones de una inmensa mayoría de los españoles se vean truncadas.
Por supuesto que la rebelión militar, encabezada por el traidor general Franco, y secundada por el resto de los generales africanistas, tuvo el respaldo, por omisión voluntaria, de las llamadas democracias europeas, sobre todo de Francia e Inglaterra, que no viendo con desde el primer momento con buenos ojos a la II República, por todo lo que suponía del triunfo de una clase social contra la otra, es decir, el triunfo de los explotados contra los explotadores, y el miedo al emergente FASCISMO alemán e italiano, amén de la ya incipiente Guerra Fría, la cual se recrudecería más aún a partir del final de la II Guerra Mundial.
La II República suponía el inicio del avance del pueblo hacia un futuro esperanzador de LIBERTAD e IGUALDAD y consecuentemente a ello hacia la abolición de la explotación del hombre por el hombre.
Hoy, cuando nuestro país, España, se ve inmerso en una ESTAFA, que no crisis, de dimensiones colosales, se nos viene al pensamiento, con mayor fuerza si cabe, la necesidad de instaurar una forma de gobierno en la que el ser humano, en este caso el español, esté situado en el centro de toda la sociedad y en la que la economía esté al servicio de este y no al revés como lo es hoy. La III República por sí misma no nos garantizará que esto sea así, salvo que cuente con un fuerte respaldo social, y de ese fuerte respaldo es de donde emergerá con fuerza para hacer valer los principios de justicia social, democracia participativa y defensa de los derechos humanos para todos los españoles sin distinción alguna de ideología, creencia, etc., etc.
En este preciso momento histórico en el que nos vemos sumidos se hace más necesario que nunca llegar a la confluencia de todas las fuerzas políticas y sociales que quieran crear esa sociedad republicana para defender esos valores.
¡¡¡¡VIVA LA III REPÚBLICA!!!!
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